A orillas del río Shannon emerge la pintoresca ciudad de Limerick, la tercera más grande del país y uno de los mejores destinos para conocer la forma de vida del pueblo irlandés.

Limerick goza de un importante pasado medieval que se aprecia en cada rincón de sus calles, donde el viajero puede disfrutar de lugares como el Castillo del Rey Juan o la Catedral de Santa María. Cualquier época del año es buena para visitar Limerick gracias a su creciente actividad cultural, su gastronomía y su vida nocturna.

Aunque la mejor forma de recorrer la ciudad es a pie o en bicicleta, es recomendable disponer de un vehículo para llegar hasta interesantes lugares cercanos como Galway y los Acantilados de Moher.

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