Palm Springs es una las nueve ciudades que forman el Valle de Coachella. A 170 kilómetros de distancia de la ciudad de Los Angeles, forma parte del californiano condado de Riverside. Apodada con cariño ‘el patio de las estrellas’, alcanza los 42.000 habitantes y es popular por los valiosos campos de golf que atesora.

La ciudad combina el encanto de una población pequeña, en la que se conservan las tradiciones y la arquitectura tradicional, con los grandes centros hoteleros y las últimas novedades en instalaciones de ocio. Aunque no cuenta con un centro urbano muy diferenciado como tal, a lo largo de sus calles se puede reconocer una arquitectura típica de mediados del siglo XX, con la impronta de constructores célebres.

La visita al Jardín Botánico Moorten y Cactarium es una de las más recomendables; sus 4.000 metros cuadrados acogen desde 1939 incontables plantas y cactus autóctonos. Para que toda la familia patine junta sobre hielo está pensado el Palm Springs Desert Ice Palace. Otra atracción que siempre sorprende es el Palm Springs Aerial Tramway, un funicular desde el que se contempla el impresionante Chino Canyon. Pasa por ser uno de los más altos del mundo y en lo alto cuenta con varios miradores y restaurantes.

Palm Springs tuvo en el actor y humorista Bob Hope a uno de sus residentes más célebres. Hoy en día son muchos los vecinos que provienen de otros estados, pero que lo eligen para pasar el verano en sus mansiones de lujo. Sus excepcionales condiciones lo han convertido en plató de innumerables películas de Hollywood, así como videos musicales y series de televisión.

Las conexiones de Palm Springs por carretera son inmejorables, por lo que se recomienda alquilar un coche para explorar con comodidad los alrededores.

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