Ubicada en la bahía de Luzón, la isla más septentrional de las Islas Filipinas, y bañada por aguas del Pacífico, se encuentra Manila, la capital del país y una de las localidades con mayor densidad de población del mundo.

Esta caótica y concurrida ciudad guarda entre sus antiguas murallas, levantadas por los españoles en el siglo XVI, un nutrido y diverso patrimonio histórico.

A pesar de que Manila quedó arrasada durante la Segunda Guerra Mundial, la zona de intramuros alberga algunos edificios de la época colonial que actualmente siguen en proceso de restauración. Fuera de su casco antiguo, paseando por su amplio paseo marítimo se pueden encontrar multitud de tiendas de artesanía o restaurantes en los que disfrutar de la cocina típica filipina.

El tráfico en Manila es muy denso por lo que no es aconsejable desplazarse en coche por la ciudad. Alquilar un coche sí es una opción acertada para poder visitar cualquier rincón de esta animada isla.

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